Mapa cerebral QEEG

¿TU PSICÓLOGO TE PIDIÓ UN MAPA CEREBRAL?

Cada persona es única. La manera como nos enfrentamos al mundo y cómo nos conectamos con nosotros mismos depende de factores biológicos y de las experiencias que vivimos. Tu sistema nervioso tiene su propia historia. El MAPA CEREBRAL (QEEG) es la ruta para que podamos incluir el CEREBRO también en la terapia.

¿Qué es el mapa cerebral o QEEG?

Nuestras células cerebrales se comunican a través de impulsos eléctricos, que originan lo que conocemos como ONDAS CEREBRALES. Las ondas cerebrales varían en VELOCIDAD y están asociadas con diversas actividades y estados, desde la resolución de problemas hasta el sueño. La cantidad de cada tipo de onda y las interacciones entre ellas afectan cómo pensamos y sentimos: una cantidad insuficiente de un tipo puede afectar nuestra capacidad de concentración y el exceso podría contribuir a la ansiedad.

El mapa cerebral, también llamado QEEg (EEG cuantitativo), es un registro de la actividad cerebral. Es una VENTANA PARA EL CEREBRO en acción. El mapa nos permite cuantificar la potencia, cantidad, distribución y ratio de las diferentes ondas cerebrales. Eso nos ayuda a comprender el origen de los síntomas y a llegar a un diagnóstico diferencial más preciso.

Con el mapa en manos, la terapia puede complementarse con NEUROFEEDBACK de manera que el cerebro pueda ser cuidado de la misma forma que nuestra comprensión del problema y percepción de nosotros mismos.

El MAPA CEREBRAL (QEEG) es la ruta para que podamos ayudar al CEREBRO a aprender patrones saludables

Diferentes patrones de ondas cerebrales están asociados a síntomas y cuadros clínicos. La buena noticia es que PODEMOS AYUDAR AL CEREBRO a encontrar ritmos e interacciones más saludables. El neurofeedback aprovecha la capacidad natural de aprendizaje del cerebro.

¿Qué dice la ciencia sobre el QEEG?

Ciertos patrones y distribuciones de ondas se asocian a conjuntos de síntomas (endofenotipos). El mapa cerebral tal y como es utilizado en las neuroterapias permite una comprensión más específica de los síntomas del paciente.

La investigación con QEEG ayuda a distinguir entre cuadros clínicos,  por ejemplo a diferenciar déficit de atención de ansiedad, depresión de demencia, esquizofrenia y alcoholismo.

El mapa cerebral contiene información que puede orientar decisiones farmacológicas, disminuyendo el desgaste causado por ensayo y error con medicación.

En niños y adultos con TDAH se observa más actividad delta y theta, mientras que en adolescentes con TDAH se observa menor cantidad de ondas beta en comparación con quienes no tienen el diagnóstico.

Diferentes mapas para el mismo diagnóstico

Tomemos como ejemplo el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, TDAH. Sabemos que existen diferentes distribuciones asociadas a cuadros clínicos compatibles con déficit de atención e hiperactividad. Puede haber por ejemplo exceso de ondas rápidas o lentas en los lóbulos frontales, un ratio entre ondas lentas y rápidas elevado en la región fronto-central o exceso de ritmo alpha en la corteza sensoriomotora.

El foco de la terapia será distinto en cada caso. Además de que el protocolo de neurofeedback será específico para cada persona en función del mapa, otros recursos terapéuticos, incluyendo la decisión de seguir tratamiento farmacológico, también serán más específicos.

¿Cómo es la prueba y dónde se puede hacer el QEEG?

El QEEG se puede realizar en la consulta que ofrece neurofeedback. Se utiliza un gorro con electrodos para medir la actividad del cerebro en reposo con ojos cerrados y con ojos abiertos, y también durante la realización de tareas como lectura y cálculo mental.

El procedimiento es rápido y no duele. Sólo se mide la actividad cerebral. 

No requiere preparación. El paciente debe tomar la medicación que toma habitualmente.

Es importante acudir con el pelo limpio y seco (puede ser lavado en el día anterior), sin espumas, gomina o productos que puedan dificultar la obtención de una buena señal.